sábado, abril 30, 2005

Alvear denuncia: Bachelet usó "torpedo" en el debate

"Ella tenía unas tarjetas en su tarima que me llamaron la atención, porque no podíamos llevar nada, ¡nada de nada! Ni siquiera un pañuelo desechable. Yo cumplí... Y fue evidente que (Michelle) no", reclama la presidenciable DC.

El rojo. Definitivamente el rojo es el color que - sin darse cuenta, asegura- escoge cada vez que enfrenta situaciones difíciles.

Alguien le hizo ese comentario a Soledad Alvear el miércoles en la noche, una vez finalizado el primer debate que la enfrentó con Michelle Bachelet. Y ahí recordó que había usado el mismo tono en otro trance de su carrera política: cuando, siendo Canciller, debió votar en contra de la guerra con Irak en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

El traje que usó en el duelo de Hualpén lo escogió a última hora - dice- con su hermana, que la acompañó a comprar a una tienda. "Y me arreglé sola en el hotel".

Cábala o no, la presidenciable DC sólo saca cuentas alegres del round con Bachelet. Aunque reconoce algunas caídas propias, es más enfática para hacer notar los desaciertos de su contendora. Y, con firmeza, pide que se cambie el formato para el próximo debate nacional, que se hará pocos días antes de las primarias en Santiago.

- ¿No la desencantaron las encuestas que la muestran como perdedora?

- Me siento bien contenta con el debate, porque es el primero de trece que vamos a tener. Fue una propuesta nuestra y, aunque no fue fácil lograrlo, finalmente se hizo. También estoy contenta porque lo hicimos en una región y porque ser la candidata de la clase media es un desafío que me he propuesto como muy clave.

- ¿Y qué le parecen los resultados?

- El resultado permite sacar buenas conclusiones, desde el punto de vista de un acortamiento claro de resultados en torno a intención de voto. Sin embargo, es parte del primero de trece y es un punto de partida bien importante. Siento que sin duda me ha permitido ganar terreno. La encuesta Ipsos Search, la única que midió intención de voto, claramente cambió la intención de voto.

Pero quedé frustrada porque las preguntas no permitieron que pudiésemos entrar a temas de fondo. Y lo segundo que no me gustó, es que no existiese la posibilidad de que pudiésemos hacer un comentario respecto a la respuesta de la otra, porque ése era el formato que yo había pedido: pregunta, contrapregunta del periodista, pero a continuación que uno pudiese hacer algún comentario. Creo que eso restó posibilidades de tener una visión de ambas respecto de los mismos temas.

Me habría encantado poder contestar las preguntas sobre previsión social, o hablar de educación en los días que estaban los jóvenes protestando en las calles. Sobre la ley reservada del cobre, me gusta mucho que Michelle haya cambiado de posición, porque claramente hace algunas semanas atrás dijo otra cosa. Y me alegro que a ella le haya gustado la propuesta sobre atención preescolar, porque fue la primera que presenté.

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